Aufruf Spanisch

A 28 años de la prohibición del PKK en Alemania

Convocatoria a la manifestación nacional y la semana de acción en noviembre

¡Que se levante la prohibición del PKK!

¡Que se ponga fin a la guerra – Y se promueva una solución política!

En noviembre se cumplirán 28 años desde que el gobierno alemán impuso la prohibición de las actividades del “Partido de los Trabajadores de Kurdistán” (PKK). Desde entonces, la política alemana no sólo ha mantenido dicha prohibición, sino que, también, la ha endurecido constantemente. En la actualidad, 10 personas activistas kurdas permanecen bajo custodia alemana como presas políticas. En total, entre 2016 y 2020, hubo un total de 786 procedimientos preliminares por pertenecer al PKK y apoyar al movimiento.

Las consecuencias políticas, culturales, como las físicas y psicológicas de esta represión, durante décadas, contra las personas kurdas no tiene precedentes y ha afectado a varias generaciones, que no conocen otra realidad más que la persecución. Este periodo ha estado caracterizado por miles de procesos judiciales, centenares de detenciones, innumerables redadas en asociaciones y domicilios particulares, denegación de la naturalización, amenazas de deportación, revocación del estatuto de asilo y por la instrumentalización de las personas kurdas como testigos clave en los llamados juicios por terrorismo.

Esta enumeración ejemplar es solo un recorte de la amarga realidad de la población local que es, desde hace mucho tiempo, puesta bajo sospecha de forma sistemática e instrumentalizada por una “arquitectura de seguridad” que no para de endurecerse. Es así que todas las personas que oponen a la política imperante y que ponen persistentemente el dedo en la llaga se ven afectadas. Ya sea por hacer frente a las entregas de armas alemanas al Estado turco, el consentimiento silencioso por parte del gobierno alemán frente a los ataques de Turquía contra Rojava/Noroeste de Siria y Kurdistán del Sur/Norte de Irak -ataques que violan el derecho internacional-, la falta de reacción ante la dramática persecución de la oposición democrática que lleva a cabo Erdoḡan, o la inhumana política de tratados con Ankara para obstaculizar la llegada de refugiados.

El movimiento kurdo ha demostrado ser un importante factor de estabilidad en la región de Oriente Medio a lo largo de las últimas décadas. Representa un baluarte contra el terror del llamado “Estado Islámico” (EI) y es, al mismo tiempo, un generador de estructuras de autogobierno democráticas y plurales de base en las que las mujeres y los derechos de las mujeres desempeñan un papel central. Las personas kurdas que viven en Alemania también defienden esta política progresista y apoyan con sus actividades las aspiraciones democráticas y de paz del PKK como la vía para resolver la cuestión kurda.

Acusar al PKK de “terrorismo”, sabotear su labor política y difamar la solidaridad que surge con sus causas legítimas no debe seguir siendo un dogma de Estado. Por lo tanto, es urgente un cambio de rumbo claro en las relaciones con el movimiento kurdo por parte del gobierno alemán. En los últimos años, se han producido las primeras decisiones en Europa en esta dirección. El 28 de enero de 2020, el Tribunal de Casación de Bruselas confirmó la decisión del Tribunal de Apelación de marzo de 2019, según la cual el PKK no es una “organización terrorista” sino una parte en un conflicto armado. Y, previo a esta decisión, se reconoció que el PKK había sido incluido erróneamente en la lista de terroristas de la UE entre 2014 y 2017 a través de la decisión del TJUE de noviembre de 2018. Estos primeros pequeños pasos representan cambios importantes y correctos en la jurisprudencia europea hacia el PKK. Reconocen la cuestión kurda como el resultado de un problema social histórico creciente y rompen con el dogma de poder utilizar la llamada “lucha contra el terrorismo” de forma incuestionable por parte de cualquier interés político. Estas son las condiciones mínimas para encontrar una solución política a la cuestión kurda y acabar finalmente con la guerra en el Kurdistán.

El levantamiento de la prohibición al PKK en la República Federal de Alemania, así como la eliminación del PKK de la lista de terroristas de la UE, serían otros pasos importantes en el camino hacia el diálogo y la resolución del conflicto de la cuestión kurda. Sobre esta base, nos manifestaremos en Berlín el 27 de noviembre de 2021. Llamamos a una amplia solidaridad de la sociedad civil para la despenalización del PKK.

Ven a la manifestación nacional del 27 de noviembre de 2021 en Berlín. La misma se llevará a cabo en el marco de una semana de acción en todo el país (del 22 al 27 de noviembre) contra la prohibición del PKK. Averigua qué acciones se llevarán a cabo en tu ciudad como parte de la semana de acción y apóyalas.
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